El arquitecto Ludwig Godefroy diseñó una casa en Zicatela como una “fortaleza al aire libre”.
Los escalones de concreto monolítico evocan a los antiguos templos Aztecas, rodeado de habitaciones y jardines al aire libre en el corazón de esta casa vacacional en Zicatela, Oaxaca.
El arquitecto francés Ludwig Godefroy creao la propiedad como una casa de fin de semana para un cliente que quería tener un sitio de escape de la Ciudad de México hacia la tranquilidad de la Playa de Zicatela.
A pesar de su cercanía con la playa, el arquitecto diseñó la residencia como un retiro de campo con un robusto e insular carácter, en vez de una típica casa de playa.
La edificación ocupa una terreno en la cima de una colina, con la playa en un costado y las montañas en el otro. El lado que da cara a las montañas también tiene vista hacia un campo con plantas de agave.
La casa fue diseñada para responder la dualidad de su contexto, con las montañas influyendo su robusta, capa protectora, mientras que la sensación de mar abierto tiene su eco en los espacios al aire libre.
“La casa es un búnker en su exterior que protege una pirámide mexicano adentro”, declaró el arquitecto, quien fue influenciado tanto por los templos antiguos de tu país adoptivo y por las estructuras de concreto punteadas del paisaje de Normandía donde él nació.
“Utiliza una tipología de arquitectura defensiva, donde una pared rodea al terreno por completo”, Godefroy añade, “ayudar a crear un área 100 por ciento controlada en el interior y convertirle en una fortaleza al aire libre con una sola vista hacia el cielo, el único elemento permanente”
Desde afuera, el edificio parece completamente una masa de concreto sólida, puntuada en uno de los costados por un par de aperturas que contienen unas puertas de robusto de madera.
Una de las puertas se abre hacia afuera para proveer acceso a la cochera, mientras la otra gira sobre su eje para formar la entrada principal.
Esta entrada dirige hacia el jardín flanqueado en ambos lados por escaleras que ascienden hacia la azotea. Las escaleras se tienden a lo largo con escalones anchos que pueden ser usados para sentarse o posar macetas con plantas.
Más allá del jardín está un patio cubierto que abarca el ancho de la casa y acomoda la sala de estar principal. Una cocina está situada en una parte final, con una larga, baja mesa hecha de una sección de un tronco de árbol brindando un punto focal al espacio común.
El tablero marcado de concreto usado para la estructura del edificio se mantiene expuesto tanto en el exterior como interior por toda la casa.
Aperturas colocadas cuidadosamente en las paredes y techos de los diferentes cuartos permiten la luz del día recorrer sobre estas superficies con textura. El único material presente además del concreto es la madera usada para las puertas y las rejillas de las ventanas.
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* Traducido de dezeen